El alcalde de Guadalajara, el “popular” Antonio Román, no oculta su enfado e irritación por la posibilidad de que la Comisión Constitucional, que preside Alfonso Guerra, dé el visto bueno a la tramitación de la reforma del Estatuto de Autonomía de Castilla-La Mancha, estancado desde hace un año en el Congreso de los Diputados ante la negativa de María Dolores de Cospedal de sacar adelante el texto castellano-manchego por miedo a enfrentarse a los presidentes de Murcia y Valencia que son, a la postre, los líderes del PP encargados de aceptar o no la reforma estatutaria de nuestra región. La posición es bien conocida.
El caso es que el primer edil del Consistorio alcarreño ha comentado a sus colaboradores que José María Barreda “tiene que cumplir su palabra, si es que la tiene”, y “retirar” del Congreso de los Diputados la reforma del Estatuto de Castilla-La Mancha. Declaraciones que, además, trasladó el pasado miércoles a la cadena Ser, donde fue entrevistado en el programa de “La Ventana”.
El enfado de Antonio Román no sorprende a nadie, pues son conocidas sus declaraciones contra la llamada tubería de La Mancha y contra el abastecimiento de agua, procedente del trasvase Tajo-Segura, de un centenar de pueblos de las provincias de Ciudad Real, Cuenca y Albacete. No así si el caudal tiene como desembocadura las huertas murcianas. ¿Tendrá algún interés el alcalde por ver florecer los tomates de la Manga?
En este sentido, la presidenta del PP castellano-manchego, María Dolores de Cospedal, siempre ha tenido en Román un fiel aliado para torpedear todas las iniciativas socialistas que tienen al agua como principal argumento. Tanto es así, que en círculos del PP se acusa a Antonio Román de ser “más papista que el Papa”. Y razón no les falta.
1 comentario:
Así es como defienden los intereses de Castilla La Mancha. Igual que su jefa Cospedal, que pasa en la región menos de dos días a la semana....
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